«En un lugar de la mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo que vivía un hidalgo de los de lanza en astillero
Dudo mucho que Don Miguel de Cervantes, hubiera siquiera imaginado, que entre sus gigantes, pudiéramos ver volar estas pequeñas maquinas, que sin duda nos permiten soñar con ese viejo anhelo de la humanidad: VOLAR.
No he podido evitar, compartir este interesante vídeo, en el que podemos no solo imaginar, también podemos sentir lo que es volar entre los molinos manchegos.
A disfrutar: